Fazer refeições com os pais está associado à maior qualidade da alimentação de adolescentes brasileiros / Comer con los padres está asociado a una mayor calidad en la alimentación de los adolescentes brasileños / Eating meals with parents is associated with better quality of diet for Brazilian adolescents

Resumo: O objetivo foi investigar a frequência com que os adolescentes brasileiros realizam as refeições com os pais e verificar a associação deste hábito com a qualidade da dieta. Foram utilizados dados da Pesquisa Nacional de Saúde do Escolar - 2015 (PeNSE). A amostra foi composta por adolescentes matriculados no nono ano do ensino fundamental de escolas públicas e privadas, com idades entre 11 e 19 anos. A exposição de interesse foi realizar refeições com os pais (0-4 e ≥ 5 dias/semana) e os desfechos estudados foram consumo frequente (≥ 5 dias/semana) de alimentos marcadores de alimentação saudável e não saudável. Escores de alimentação saudável (variação 0-21) e não saudável (variação 0-35) foram elaborados com base no somatório dos dias que o adolescente relatou consumir cada um dos marcadores de alimentação. Foram usados modelos de regressão de Poisson e linear, ajustados por variáveis sociodemográficas. A realização frequente de refeições com os pais (≥ 5 dias/semana) foi observada em 74% (IC95%: 73,4-74,7) dos adolescentes. Aqueles que afirmaram ter esse hábito apresentaram maior probabilidade do consumo frequente de feijão (RP = 1,22; IC95%: 1,19-1,26), frutas (RP = 1,34; IC95%: 1,28-1,39) e hortaliças (RP = 1,39; IC95%: 1,34-1,44); e menor probabilidade de consumo frequente de guloseimas (RP = 0,91; IC95%: 0,88-0,94), ultraprocessados salgados (RP = 0,91; IC95%: 0,87-0,94) e salgados fritos (RP = 0,85; IC95%: 0,80-0,90). Realizar as refeições com os pais foi positivamente associado ao escores de alimentação saudável e inversamente associado ao escores de alimentação não saudável. O hábito de realizar refeições com os pais é frequente entre adolescentes brasileiros e está associado à melhor qualidade da alimentação.

Resumen: El objetivo fue investigar la frecuencia con la que los adolescentes brasileños comen con los padres y verificar la asociación de este hábito con la calidad de la dieta. Se utilizaron datos de la Encuesta Nacional de Salud del Escolar - 2015 (PeNSE). La muestra estaba compuesta por adolescentes matriculados en el noveno año de enseñanza fundamental de escuelas públicas y privadas, con edades entre 11 y 19 años. La exposición de interés fue realizar comidas con los padres (0-4 y ≥ 5 días/semana) y los resultados estudiados fueron consumo frecuente (≥ 5 días/semana) de alimentos marcadores de alimentación saludable y no saludable. Los marcadores de alimentación saludable (variación 0-21) y no saludable (variación 0-35) se elaboraron basándose en el sumatorio de los días en los que el adolescente informó consumir cada uno de los marcadores de alimentación. Se usaron modelos de regresión de Poisson y lineales, ajustados por variables sociodemográficas. La realización frecuente de comidas con los padres (≥ 5 días/semana) se observó en un 74% (IC95%: 73,4-74,7) de los adolescentes. Aquellos que afirmaron tener ese hábito presentaron una mayor probabilidad de consumo frecuente de frijoles (RP = 1,22; IC95%: 1,19-1,26), frutas (RP = 1,34; IC95%: 1,28-1,39) y hortalizas (RP = 1,39; IC95%: 1,34-1,44); y menor probabilidad de consumo frecuente de golosinas (RP = 0,91; IC95%: 0,88-0,94), aperitivos ultraprocesados (RP = 0,91; IC95%: 0,87-0,94) y aperitivos fritos (RP = 0,85; IC95%: 0,80-0,90). Realizar las comidas con los padres estuvo positivamente asociado al marcadores de alimentación saludable e inversamente asociado al marcadores de alimentación no saludable. El hábito de realizar comidas con los padres es frecuente entre adolescentes brasileños y está asociado a una mejor calidad de la alimentación.

Abstract: The objective was to investigate how often Brazilian adolescents eat meals with their parents and verify the association between this habit and quality of the diet. Data were from the Brazilian National Survey of School Health (PeNSE-2015). The sample consisted of adolescents enrolled in the ninth grade in public and private schools, ranging in age from 11 to 19 years. The target exposure was eating meals with parents (0-4 and ≥ 5 days/week) and the outcomes were frequent consumption (≥ 5 days/week) of healthy and unhealthy dietary markers. Healthy diet scores (range 0-21) and unhealthy diet scores (range 0-35) were based on total days that the adolescent reported consuming each of the dietary markers. Poisson and linear regression models were used, adjusted by sociodemographic variables. Frequent sharing of meals with parents (≥ 5 days/week) was seen in 74% (95%CI: 73.4-74.7) of the adolescents. Those reporting this habit showed higher likelihood of frequent consumption of beans (PR = 1.22; 95%CI: 1.19-1.26), fruits (PR = 1.34; 95%CI: 1.28-1.39), and vegetables (PR = 1.39; 95%CI: 1.34-1.44), and lower likelihood of frequent consumption of sweets (PR = 0.91; 95%CI: 0.88-0.94), ultra-processed salty foods (PR = 0.91; 95%CI: 0.87-0.94), and fried salty snacks (PR = 0.85; 95%CI: 0.80-0.90). Eating meals with parents was positively associated with healthy diet scores and inversely associated with unhealthy diet scores . Eating meals with parents is a common habit in Brazilian adolescents and is associated with better quality of diet.

Consumer attitudes, knowledge, and behavior related to salt consumption in sentinel countries of the Americas / Actitudes, conocimientos y comportamiento de los consumidores en relación con el consumo de sal en países centinelas de la Región de las Américas

Objective. To describe individual attitudes, knowledge, and behavior regarding salt intake, its dietary sources, and current food-labeling practices related to salt and sodium in five sentinel countries of the Americas. Methods. A convenience sample of 1 992 adults (≥ 18 years old) from Argentina, Canada, Chile, Costa Rica, and Ecuador (approximately 400 from each country) was obtained between September 2010 and February 2011. Data collection was conducted in shopping malls or major commercial areas using a questionnaire containing 33 questions. Descriptive estimates are presented for the total sample and stratified by country and sociodemographic characteristics of the studied population. Results. Almost 90% of participants associated excess intake of salt with the occurrence of adverse health conditions, more than 60% indicated they were trying to reduce their current intake of salt, and more than 30% believed reducing dietary salt to be of high importance. Only 26% of participants claimed to know the existence of a recommended maximum value of salt or sodium intake and 47% of them stated they knew the content of salt in food items. More than 80% of participants said that they would like food labeling to indicate high, medium, and low levels of salt or sodium and would like to see a clear warning label on packages of foods high in salt. Conclusions. Additional effort is required to increase consumers' knowledge about the existence of a maximum limit for intake and to improve their capacity to accurately monitor and reduce their personal salt consumption.

Objetivo. Describir las actitudes, los conocimientos y el comportamiento individuales con respecto al consumo de sal, sus fuentes alimentarias, y las prácticas actuales de etiquetado de alimentos en relación con su contenido en sal y sodio en cinco países centinelas de la Región de las Américas. Métodos. De septiembre del 2010 a febrero del 2011, se obtuvo una muestra de conveniencia de 1 992 adultos (de 18 años de edad o mayores) de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica y Ecuador (aproximadamente 400 de cada país). Se llevó a cabo la recopilación de datos en centros o áreas comerciales importantes mediante un cuestionario de 33 preguntas. Se presentan los cálculos descriptivos correspondientes a la muestra total y estratificados por países y según las características sociodemográficas de la población estudiada. Resultados. Casi 90% de los participantes asociaron la ingesta excesiva de sal con la aparición de trastornos de salud, más de 60% señalaron que estaban tratando de reducir su ingesta de sal actual, y más de 30% creían que la reducción de la sal alimentaria era de gran importancia. Solo 26% de los participantes manifestaron que conocían la existencia de un valor máximo recomendado de ingesta de sal o sodio, y 47% de estos afirmaron que conocían el contenido de sal de los productos alimenticios. Más de 80% de los participantes dijeron que les gustaría que el etiquetado de los alimentos indicara si los niveles de sal o sodio eran altos, medios o bajos, y desearían que en los paquetes de los alimentos con alto contenido de sal apareciera una etiqueta de advertencia clara. Conclusiones. Se requieren nuevas iniciativas para incrementar los conocimientos de los consumidores acerca de la existencia de un límite máximo de ingesta y mejorar su capacidad para vigilar estrictamente y reducir el consumo de sal.